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La corte de patentes de la UE seguirá en Londres pese al ‘Brexit’

Después de que los británicos decidieran abandonar la UE, los equipos negociadores del Reino Unido y el club comunitario se sentarán frente a frente para comenzar a perfilar el divorcio. Pero esta semana no será solo el punto de arranque de una negociación que se espera difícil, y que nadie sabe donde aterrizará.

Esta semana también se empezará a poner a prueba la consistencia de la unidad que los europeos han intentado solidificar tras el Brexit. Porque los 27 líderes de la UE enseñarán los dientes este jueves y viernes para ver qué pa- ís se queda con los restos que deja la salida de Gran Bretaña. Es decir, quien se lleva la Agencia Europea del Medicamento y la Autoridad Bancaria Europea, las dos poderosas cortes con sede en Londres.

Theresa May, primera ministro británicaUna docena de candidatas aspira a quedarse con la primera, para la que España ha vuelto a proponer Barcelona. Pero hay una tercera institución europea que ha volado bajo el radar de las capitales, y a la que nuestro país no puede aspirar: la nueva corte para la largamente esperada patente comunitaria.

La cumbre de esta semana será solo la primera parte del combate, en la que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE fijarán las reglas para asignar el nuevo destino de las agencias. Pero la campaña de seducción ya ha empezado entre bambalinas. Casi todos los estados aspiran a quedarse con una de ellas, o algunos como Francia y Alemania compiten por las dos. Los criterios que acuerden los líderes para decidir la ganadora servirán para dilucidar si el próximo otoño, cuando se decidan las nuevas sedes, se intentará asignar las agencias a uno de los cinco países que todavía no tienen ninguna, o se acudirá a las capitales mejor preparadas para acoger a los 900 funcionarios de la agencia del medicamento y los 200 de la autoridad bancaria.

Los embajadores discutirán mañana el borrador de los principios para el reparto que prepararon los presidentes de la Comisión Europea y el Consejo Europeo, JeanClaude Juncker y Donald Tusk. La propuesta de ambos incluye los dos argumentos. Reconoce que la decisión se tiene que tomar en base a “criterios objetivos” (conexiones, colegios…), tal y como defienden España y los que ya cuentan con agencias. Pero también reconoce los beneficios de la distribución geográfica.

La corte, fuera de la mesa Pero a la mesa de los líderes no llegará de momento la corte de la patente comunitaria, la llamada patente unitaria, que finalmente se espera que empiece a funcionar a principios del próximo año.

Tras casi medio siglo en discusión, en una de las batallas políticas más longevas y complicadas de la construcción europea, los estados finalmente acordaron en 2012 ofrecer a inventores y empresas la posibilidad de proteger sus hallazgos con una patente única para toda la UE, frente al sistema actual en el que se yuxtaponen patentes nacionales.

El presidente de la Oficina de Patentes Europea (OPE), Benoit Batistelli, describió la semana pasada la nueva patente como “indispensable” para la economía europea, y la nueva corte como un “paso importante” en la construcción europea, ya que por primera vez los ciudadanos litigarán entre ellos al proteger sus invenciones. La relevancia de la corte provocó que al final se tuviera que tomar una decisión salomónica para fijar su destino. Por lo que se acordó que tuviera tres sedes en los tres países que más patentes generan, y cuyas tres lenguas nacionales se usarán para la tramitación de las mismas: Paris, Munich y Londres.

La importancia de este nuevo sistema de patentes es tal que, a pesar del Brexit, los británicos comunicaron el pasado noviembre, y confirmaron a finales de mayo, que tienen intención de permanecer como miembros del sistema. Su firma resulta necesaria. Porque en el momento en el que los europeos establecieron el procedimiento para la creación de la corte, se fijo que entraría en vigor tan solo cuando Francia, el Reino Unido y Alemania, además de otros diez países, hubieran ratificado el acuerdo. De momento, esta relación de simbiosis jugará a favor de los británicos, quienes además se beneficiarán de la maraña legal de la patente comunitaria. Porque a pesar de que la CE indicó que ninguna agencia europea podrá continuar en las islas tras su salida de la Unión en marzo de 2019, la corte de primera instancia no es una agencia como las demás.

Aunque la patente comunitaria pertenece al entramado legislativo comunitario, la corte fue el resultado de un acuerdo internacional. Margot Fröhlinger, director principal para la patente unitaria en la OPE explica que los inventores y pequeños negocios no querían que los litigios entre particulares se ventilaran frente a los jueces de la UE en Luxemburgo. “No era bienvenido por los usuarios, porque querían jueces independientes, con conocimientos técnicos y con un procedimiento especial”, explica. Los jueces europeos tampoco tenían el “apetito” de hacerse cargo a través de salas especializadas, añade. El resultado fue un acuerdo internacional entre la UE y la más amplia OPE, que incluye 38 miembros frente a los 28 actuales de la Unión. Battistelli indica que “nadie sabe lo que pasará con la corte”. Desde el punto de vista legal aclara que puede seguir en Londres, pero “desde el punto de vista político o económico es otro asunto”.

Fuente: El Economista

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